Sunday, October 22, 2006
J. LOUIS DAVID. HAC-01:El desencanto de la Revolución y la crisis del Clasicismo (XIII)
JACQUES-LOUIS DAVID.
El parisiense Louis David (1748-1825), discípulo de Boucher, y más tarde de Vien, con quien convivió en Roma entre 1775 y 1780, codificó el nuevo lenguaje de una forma ecléctica, pues estableció una personal síntesis histórica tanto entre el arte de la Antigüedad a la manera de Winckelmann como de la pintura francesa desde Poussin a Fragonard y Boucher, de la que partió en sus primeros cuadros.
Sus obras se caracterizan por el empleo de una gran simplicidad en los trazos y por el uso de esquemas compositivos solemnes y divididos en grupos. Encierran ese sentido moral, didáctico y patriótico tan propio del género con la preponderancia del dibujo, casi escultórico y volumétrico, y tendente a la quietud o al movimiento contenido, el uso de un colorido frío, a veces gélido, y hasta apagado, con la utilización de poca materia aplicada como una veladura y la coexistencia equilibrada del naturalismo con el idealismo. Su pintura resulta bastante gestual, y hasta enfática y un tanto teatral muchas veces. En la superficie del cuadro suelen desarrollarse a la vez varias acciones en espacios contiguos, conviviendo en calidad de diferentes secuencias dentro de un argumento común, que expresan sentimientos contrapuestos como son, por ejemplo, el heroísmo y el dolor. Los fondos de estos cuadros muestran, por lo común, interiores arquitectónicos clásicos, donde destacan las columnas de los ordenes toscano y dórico, y urbanos.
Tanto en la vida de David como en sus lienzos, se advierte con toda claridad su compromiso histórico y político, primero con la Revolución y la causa jacobina, y, luego, con Napoleón, después de haber sufrido cinco meses de cárcel a la caída y muerte en la guillotina de Robespierre. Más tarde, tras de la derrota del emperador en Waterloo, se vio obligado a desterrarse a Bruselas al ser restaurada la monarquía, y allí falleció. Así, sus cuadros, donde el pasado se refleja éticamente en el presente, plasman siempre de una forma intencionada la rápida evolución de la ideología política de la Francia de la época y toma racionalmente partido.